Educando emociones en la nube

A lo largo de estos últimos años, estamos siendo testigos de un cambio en la forma de entender el aprendizaje y cómo el avance de las nuevas tecnologías permiten que el aprendizaje se dé en cualquier momento y en cualquier lugar (Nicholas Burbules, Teoría del Aprendizaje Ubicuo), rompiendo así con la manera que teníamos de adquirir conocimiento en un espacio y en un lugar en concreto. Este nuevo paradigma educativo es posible gracias a Internet, a la evolución del Entorno Virtual de Aprendizaje en el que existen muchas herramientas que permiten que la interacción entre profesores-alumnos, alumnos- profesores, profesores-profesores y alumnos-alumnos sean ricas, eficientes y eficaces.

En la red, cada persona, con sus circunstancias e intereses, estilos de aprendizaje y estructuras cognitivas propias y diferentes en cada cual, añade valor a la información que recibe y también a la información que comparte que, a su vez, la persona que la reciba añadirá valor a esa información y así sucesivamente, creando una cadena de conocimientos en esta nube de aprendizaje por la red.

Para añadir valor a la información, provenga de donde provenga la información (no me refiero a la calidad de la información, me refiero a la procedencia, ya sea de la red o del aula presencial, espacio cerrado o abierto), se realiza el siguiente proceso en nuestra mente: partimos de unos conocimientos previos, cada cual con los suyos propios. Con ellos, analizamos, sintetizamos, organizamos y asimilamos la información y mediante un proceso de reflexión, generamos conocimientos nuevos que, finalmente, acomodamos en nuestros cajones de conocimientos particulares.

Pues bien, las emociones, están arraigadas al proceso de aprendizaje o a los procesos de aprendizaje de cada cual.

Una gran mayoría de educadores creemos en la teoría de “aprender haciendo”. Los conocimientos, habilidades y destrezas se adquieren gracias a la experimentación y, para que un alumno aprenda practicando o mediante la experiencia, los educadores debemos hacerles únicos partícipes de su aprendizaje, actuando nosotros, únicamente, como guía. Pues bien, sin esta premisa, tanto en la educación presencial como en la educación virtual , no se puede generar aprendizaje y mucho menos significativo.

Relacionando esta teoría de “aprender haciendo” y la Teoría de la Ubicuidad de Nicholas Burbules, en la que el aprendizaje se puede generar en cualquier momento y en cualquier lugar, llego a la conclusión de que, en la educación virtual la metodología más eficaz es la de aprender compartiendo, aprender participando, el trabajo en equipo, y si me apuráis, optar por publicar nuestros trabajos en la red para reforzar la motivación y generar confianza en nosotros mismos, creyéndonos lo que somos capaces de hacer, observando cómo los demás valoran nuestro trabajo.

Esto último sobre “generar confianza” tiene que ver con la predisposición de las emociones cuando trabajamos en equipo y qué roles adoptamos al trabajar en equipo en buena medida también, depende de cómo gestionemos las emociones.

Siguiendo con el tema que nos ocupa sobre la importancia de las emociones en la Educación Virtual, se ha podido comprobar, y existe consenso al respecto, que la mera transmisión de contenidos es un fracaso completo, tanto en la enseñanza presencial como en la enseñanza a distancia. Gracias a las nuevas posibilidades en la red, la educación a distancia ha dejado de ser a distancia para convertirse en educación virtual, en la que la interacción entre los educadores y educandos es fundamental y en esa interacción en la que existe comunicación bidireccional,  las emociones fluyen durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje e influyen sobremanera  en el aprendizaje. Por ello, si se aprende haciendo, compartiendo, interaccionando con los demás, añadiendo valor a la información que recibimos en cualquier momento y en cualquier lugar…, cómo nos comuniquemos, cómo nos sintamos comunicándonos, con qué sensaciones compartamos conocimiento y, en definitiva, cómo nos sintamos frente al dispositivo móvil u ordenador cuando compartamos conocimiento según el momento y, dependiendo del  lugar es un factor muy importante para generar aprendizaje y que éste sea significativo.

En el siguiente vídeo, Roger Shank ,uno de los principales investigadores en la teoría del aprendizaje, las ciencias cognitivas, y la construcción de los entornos de aprendizaje virtual (entrevistado por Eduard Punset) explica muy bien qué significa “aprender haciendo” donde el profesor deja de ser un mero transmisor para actuar de guía y facilita que los alumnos descubran y aprendan haciendo, sirviéndome también como metodología para la educación virtual. Además, esta entrevista se realiza en el año 2009, cuando el ordenador era también un mero transmisor de conocimiento y Shank comenta que se podría generar aprendizaje en el ordenador, si se tuvieran experiencias. Actualmente, existen diversas herramientas interactivas educativas como, se me ocurre por ejemplo, las Webquests, donde los alumnos “ensayan” con los conocimientos previos que tienen y una guía que les facilita el profesor en la misma Webquest y, a partir de esto, generar conocimiento nuevo, investigando, reflexionando, analizando, compartiendo ideas y sintetizando con los demás compañeros de equipo.

Intentando ser lo más breve posible, explicaré, porqué en mi opinión, cobra importancia cómo gestionemos las emociones en la red, en este “aprender haciendo” en cualquier sitio y en cualquier momento.

Y según fluyan las emociones en alumnos/as y profesores el aprendizaje será o no significativo.

http://www.clasesdeperiodismo.com/2012/03/07/educacion-tradicional-versus-educacion-moderna/

Lo que os quiero mostrar con la infografía es, qué metodología gana terreno en la enseñanza actual en la que las herramientas existentes en la red son de gran utilidad. Los profesores trabajan cada día en/con estas herramientas: crean un sin fín de materiales y recursos innovadores que los alumnos utilizan diariamente. Estos materiales se crean con sumo cuidado, esmero, rigurosidad y meticulosidad para despertar en los alumnos emociones que produzcan mayor motivación en el aprendizaje. En esa creación de materiales interactivos que exigen rigurosidad y meticulosidad, se requiere una gran destreza del docente para despertar emociones que mantengan la atención de los discentes, debe saber incluir la tipografía adecuada, colores para cada temática de interés, imágenes que impacten, vídeos clarificadores entre otros recursos. Para ampliar esta última idea, podéis leer este artículo.

Existen numerosas herramientas interactivas que hacen posible la participación y la comunicación entre todos los miembros de un proceso de formación. En esa interacción en la que todos se comunican y participan, las emociones juegan un papel fundamental. Existen varias palabras que se deben tener en cuenta cuando nos comuniquemos por la red, y que, en ocasiones, nos podrían ayudar en el control de las emociones, ya que nos ayudan a pensar dos veces lo que queremos transmitir, que son: amabilidad, respeto, empatía, rigurosidad, decoro, objetividad y coherencia puesto que cualquier mensaje (oral y escrito en foros, chats o videoconferencias) se puede interpretar de mil maneras, dependiendo de “en qué situación emocional” se encuentre el emisor del mensaje y el receptor o receptores.

Creo que es importante tener en cuenta lo dicho anteriormente, para que el trabajo colaborativo sea del agrado de todos y todas y provechoso, consiguiendo un clima de aprendizaje óptimo.

Además, en esos procesos formativos en la red, es muy positivo hacer amistades virtuales. Gracias a ellas, todo parece más sencillo, porque genera confianza y la sensación de estar “entre amigos” que comparten conocimiento, aporta seguridad. En un proceso formativo, tuve la gran suerte de conocer a una persona maravillosa, sin ella me costaba llevar un ritmo de aprendizaje normal, me costaba creer que podía ser capaz de muchas de las cosas que, finalmente, fuí capaz de hacer.., ¡ella es mi queridísima amiga, Azahara Temprano!. (Aprovecho también para dar las gracias a otras dos grandes compis y mejores personas como son David Tejero, que espero que lea este post, y a Javi Losada,que le comentaré sobre la existencia de este blog).

Estaría escribiendo tropecientas mil líneas sobre la temática a tratar, pero, teniendo en cuenta que “Colectivo·Oportunidad” nos acompañará toda la vida, ya tendré, nuevamente, la oportunidad de escribir más sobre ello en este colectivo. Además, a la velocidad que avanzan las nuevas tecnologías este debate de “las emociones en la red” seguirá vivo. Un ejemplo de herramienta de comunicación que va a dar que hablar en este debate y que está en vías de desarrollo, es: LA VOZ (no el programa de televisión dichoso) para acceder a campus virtuales, que no busca nada más que la facilidad en el uso de plataformas del Entorno Virtual de Aprendizaje y herramientas interactivas en la red y, que a mí personalmente, me hace MUY FELIZ, su creación porque no tendré que sentarme en frente del ordenador cada vez que quiera acceder al campus o realizar tareas, entre otras cosas (existen más funcionalidades que con la voz podremos gestionar).

Gracias a tod@s los que hacéis posible este blog, por vuestra labor, tan necesaria, puesto que hay mucha gente pensante escondida por ahí que puede expresar por aquí todo lo que guarda en sus cajones de conocimiento y, ¡les pido por favor que compartan con nosotro@s!.

Gracias por haberme brindado la oportunidad de escribir unas letrillas.

¡Brindo por vosotr@s!

(¡¡¡Plas, plas plas!!!).

:-)